Por Yisell Rodríguez Milán (colaboradora)
Cuando veo a un instructor lo imagino creando, feliz, alguna nueva locura cultural o guiando las ansias de creación de los cientos de niños y adolescentes serranos a quienes las escuelas de arte les quedan lejos. Esta semana vi estas imágenes de Internet y me parecieron hermosas… ¿Saben por qué? porque me recordaron a los instructores, esos maestros a veces opacados por la cotidianidad pero que desde la sombra del anonimato iluminan la vida de millones de cubanos. Se las dejo en el blog, para que las disfruten ustedes también…
Es cierto que muchas veces no reconocen nuestro trabajo pero , nos hace feliz porque nos conformamos con la sonrisa de los niños que estan a nuestro alrededor o cuando llegamos alguna comunidad y despues de compartir realizando un taller o una pequeña acción comunitaria el beso y los aplausos calidos de todos y esas gracias por existir llenan las mil sombras que nos quieren empañar , la magia esta en los deseos que le pongamos a cada accion que realizemos el amor y la creatividad que seamos capaces de regalar solamente nos basta eso no necesitamos lauros ni gloria los niños la familia son lo mas importante.
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